lunes, 5 de abril de 2010

De lo que no hablan: La minería a cielo abierto

 


La práctica minera a cielo abierto es uno de esos temas que todos saben que debe ser considerado una política de estado, es una causa por la todos se manifiestan preocupados, pero en los ámbitos de decisión si se pude hablar lo menos posible mejor.  Para entender sencillamente el porque de su existencia el periodista y ambientalista Javier Rodríguez Pardo explica: “los minerales remanentes hoy se encuentran en un estado de diseminación y en partículas ínfimas dispersas en las rocas montañosas, por lo cual es imposible extraerlos con los métodos tradicionales”
Las compañías mineras detectan los minerales por medio de satélites, luego deben producir la voladura de montañas enteras, trituran las rocas para después aplicarles un combinado de sustancias químicas que separan y capturan los metales. Para lograrlo emplean cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas, acumulativas y persistentes, de alto impacto en la salud de las personas y el medio ambiente.

Las principales causas y efectos de son los siguientes:

·       Desecación de pozos en los alrededores
·       Hundimientos del terreno
·       Desequilibrios en la vegetación causados por cambios en las aguas subterráneas.
·       La contaminación atmosférica es producida, por una parte, por la voladura de rocas, cuyo polvo es dispersado por las explosiones..
·       En las explotaciones a cielo abierto de carbón, un clima seco y caliente representa un considerable peligro de incendio, pudiéndose producir la combustión espontánea del carbón expuesto en los pisos de la mina o en los puntos de carga y transferencia.
·       Puede producirse contaminación radiactiva cuando se explotan yacimientos de uranio o de pegmatitas en tierras raras.

La expansión de la minería a cielo abierto con la utilización de sustancias tóxicas realiza un uso desmesurado de recursos energéticos y naturales, como el agua. Esta práctica no es patrimonio exclusivo de la Argentina, sino que recorre a gran parte de América Latina.
Durante el período 1990-1997 mientras esta minería a nivel mundial creció el 90%, en América Latina lo hizo en un 400%.

En la Argentina

En el país el gobierno que primero beneficio el negocio minero a cielo abierto fue el de Saúl Menem, Para lograr la instalación de las grandes transnacionales mineras se otorgó beneficios y exenciones de los cuales se desatacan: la estabilidad fiscal por 30 años, la exención del pago de los derechos de importación, deducción del 100% de la inversión en el impuesto a las Ganancias y otros privilegios no menos escandalosos.
Este marco regulatorio fue impulsado por José Luis Gioja, el actual gobernador de San Juan y el propio Ángel Maza, gobernador de La Rioja hasta 2007. Néstor Kirchner no sólo confirmó la continuidad del modelo minero; también lo declaró un “objetivo estratégico”.
Según datos de la Secretaría de Minería existirían 141 proyectos de minería a cielo abierto ubicados en 12 provincias, la mitad de ellos es San Juan (22), Catamarca (9), La Rioja (10), Salta (22) y Santa Cruz (21).


 Matías Suárez


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